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Rotterdam

  • Foto del escritor: Monse Alvarado
    Monse Alvarado
  • 6 oct 2016
  • 4 Min. de lectura

Blog 4

Hoi!!!

Esta fue una semana y media muy ocupada. Principalmente por la escuela. Los trabajos en equipo nunca han sido mi forma favorita de trabajar. Creo que me equivoqué de escuela porque es lo único que se hace aquí. Pero bueno, hasta de eso se aprende. La verdad está muy muy fácil aunque aún no me acostumbro a la peculiar forma de trabajar. Para los trabajos en equipo es obligatorio firmar un contrato en el que nos comprometemos a asistir a todas las juntas, no llegar más de 5 minutos tarde, dirigirse a todos formalmente, expresarse de forma profesional y cosas así. Si no lo cumplimos podríamos ser expulsados del equipo y reprobar (!!). Esto es muy real y todos los no-holandeses pensamos que es demasiado extraño. Pero ellos se lo toman con la mayor seriedad del mundo. Ni se te ocurra comentar que es extraño o innecesario. Con mucha razón tienen todo en orden en este país. Desde antes de salir al mundo laboral se comprometen a hacer todo como se debe. TODO.

Me he dado cuenta que tienden un poco al negativismo, no se confían ni de sus amigos. Es el segundo país que más seguros consume. La mayoría de la población esta sobreasegurada. Qué chistoso no? Me contaron que tienen un seguro por si van a visitar a algún amigo y ocurre un accidente como por ejemplo, tirar vino tinto en el sillón blanco. Ya no tienen que preocuparse por conseguir nuevos muebles. Obviamente es súper necesario ese seguro. (¿?). Están más que preparados para cualquier cosa que pueda pasar. Ya no sé si es negativismo o realismo. No confiarse de nada tiene sus ventajas. Algo que le podría servir mucho a personas como a mi, que ya no tendríamos cabeza si no estuviera pegada a nuestro cuerpo.

Y así… Es muy divertido vivir aquí. Me encanta andar en bici por todos lados y disfrutar tantas cosas tan padres como parques enormes y festivales en cada esquina. Me encanta tomar agua mientras me baño y que el tren no sólo llegue puntual, si no que a veces hasta llega antes al destino.

Cuando pienso en la vida europea lo primero que se me viene a la cabeza es “calidad de vida” (ya sé, soy bien señora). Aún me sorprende mucho cuando escucho los problemas por los que se queja la gente. “No cambian las bolsas de basura de los trenes lo suficientemente rápido”. Siempre me dan ganas de decirles: “intenten pobreza extrema, corrupción y analfabetismo”. Pero qué culpa tienen estos seres humanos de ser humanos? No podría juzgarlos por tener una mejor suerte que la de mi país del otro lado del charco.

Ahora sí (chanchanchaaan) les contaré de Rotterdam. Es la ciudad industrial holandesa y tiene el puerto más grande de Europa. Fue totalmente bombardeado en la segunda guerra mundial y por eso tiene edificios tan modernos. No parece Holanda, principalmente porque hay más coches que bicis. Es la ciudad natal de Erasmus y hay un puente con su nombre.

Fui con mis amigos Mark, David y Anna (los de siempre) y también vi al Tom. Fue un día muy divertido que no parábamos de reír por cualquier tontería. Fuimos al puente y a la torre Euromast.

La nueva amiguita de Mark

Arriba mis 3 amigos Irlandeses.

Después fui al museo Boijmans Van Beuningen mientras ellos fueron a pasear al markthal. Me lo perdí pero ya regresaré. Aunque valió la pena. Cuando pasamos por enfrente del museo pensé que estaba cerrado y estaba a punto de no ir. Después me di cuenta que solo era la parte de atrás. Luego descubrí que es una de las colecciones más grandes de Holanda. Había de TODO y de todas las épocas. Picasso, Monet, Kandinsky, Dalí, Rembrandt, Andy Warhol, Degas y más. Vi mi primer Van Gogh. Casi lloro de la emoción. Lo mejor es cómo se ve cada pincelada. Y pensar que casi no voy. #FUNFACT: Éste fue el primer museo en comprar un Van Gogh hace como 150 años.

Mis primeros Van Gohg (arriba y abajo)

Otra cosa que me encantó fue el área de niños. Ponen los cuadros a la altura de niños de 10 años (que si lo piensas así, los niños de 10 años holandeses son de mi tamaño). Y les ponen obras realmente buenas como la pequeña bailarina de Degas. Les enseñan a apreciar el arte y quitarles la idea de que es aburrido desde chiquititos. Ponen actividades divertidas para que se sientan artistas un ratito.

Y para cerrar mi fin, fui a Eindhoven con el Tom porque había una fiesta. Les juro no es broma estaba a punto de llevar un banquito porque no podía ni ver de lo pequeña que soy. Pero qué divertidos son los holandeses. Bailan bien adorable con su tronques y son súper chistosos.

Ahora si ya está llegando el frío. De un día a otro la temperatura bajó como 7 grados. Aún es soportable pero ya está llegando el momento en el que dudo si me veré muy exagerada usando guantes. También ya estoy mejorando mi holandés. Entre más avanzo más me doy cuenta de que no sé en qué me metí. Bueno, ya me voy. Hoy vamos a hacer de cenar mis amiguitos y yo algo con mucho aguacate. Escribanme!!! El único que me escribe es el Rafita. Los extraño.

Tot ziens

-Monse

P.D. Más y más bebés.


 
 
 

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Monse

Persona pequeña viviendo en Holanda junto a mucha gente alta. Escritora, fotógrafa, bailarina y mercadóloga en proceso. 

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