Klein maar Fijn
- Monse Alvarado
- 11 sept 2016
- 5 Min. de lectura

Ese cartel de arriba lo vi ayer mientras iba caminando y les cuento que es el resumen perfecto de mi semana. Necesito una playera así para que todos se enteren. Lo que pasa es que esta semana me cayó el veinte de que no estoy aquí de vacaciones. Que estoy aquí para quedarme mucho tiempo como residente y no de turista. Empezando por que ya me mudé de casa de Heleen y Gerry para llegar a mi nueva casita con un roomie holandés llamado Gert. Es muy callado y no me da los buenos días mientras prepara el café, como Gerry. Pero bueno, igual ya llevo 3 años viviendo sin mis papás. Sólo que ahora se siente diferente. Hacer el súper, cocinar, comprar boletos del tren es todo nuevo. No es que sea difícil, sino que es demasiado fácil. Los holandeses son muy prácticos y tienen un severo TOC como mi amigo Pinochin. Obviamente ya hice como 20 osos. Como cuando fui al súper, me confundí de fila y al intentar moverme rápido se me cayó todo y todos me odiaron. Hasta cruzar la calle es diferente con tantas bicis.

Les tengo que platicar más sobre mi experiencia con la bici porque todo gira alrededor de este medio de transporte (literal). Aquí hay un promedio de 3 bicis por habitante. Les cuento que ya choqué con una amiga y ya me caí. Ninguno de estos dos accidentes fueron feos así que no se me anden preocupando (Trisha). Lo mejor es que nadie me vio entonces no hice tanto el oso. También, saliendo de una fiesta a la 1 am, me perdí y empezó a llover fuertísimo. Por eso me ando enfermando. Sólo me falta que me roben la bici para completar mi lista de eventos desafortunados holandeses. Siempre que creo que ya no me da miedo andar por la ciudad, pasa un güero de 2 metros y me grita algo porque estoy bloqueando el paso. En fin, aún con todo eso, amo mi bici y me encanta pasear por todos lados. Más porque toda la ciudad está diseñada para facilitarle la vida al ciclista.

Me enfermé horrible el miércoles y no me podía ni mover. Es extraño cómo cuando te enfermas extrañas más el hogar. Solo quería un caldito de pollo y que alguien me hiciera un té. Por suerte ya me curé… después de 3 semanas con tos.
También hice cosas como registrarme en el municipio, conseguir un numero de seguridad social, sacar una cuenta bancaria holandesa y un nuevo número de teléfono. Lo impactante es lo rápido y fácil que fue hacer todo esto. Nada que se compare a los funcionarios de gobierno mexicanos o las señoritas de Telcel que odian su trabajo. Desde que fui a sacar mi visa en México me di cuenta de lo eficientes que son. Acostumbrarse a eso sí es fácil.
Igualmente conocí a mis profesores y compañeros de la universidad. Somos cuarenta en mi clase. Veinte hablan español. Diecinueve son españoles y yo soy la única mexicana. También la única no-Europea. Me urge empezar clases. (salu2 a mis amigos del Tec. que están en parciales)
También hubo una bienvenida para alumnos internacionales que duró toda la semana. Organizaron conciertos, fiestas, cenas, clases de “survival dutch” y muchas otras cosas. En toda la bienvenida habían como 3,000 estudiantes de todos los rincones del mundo y nos dividían en grupos de 20. Está bien padre porque te das cuenta como no estás solo y todos se sienten como la niñita de la foto de arriba. Nadie sabe que está pasando. Porque aunque Europa es muy pequeño la diferencia entre culturas es abismal.
Me he tenido que adaptar porque mido 1.50 y estoy actualmente en la ciudad con el promedio de altura más elevado del mundo. Mi amigo Tom me platicó de un dicho holandés que dice “klein maar fijn” que quiere decir “pequeño pero bien”. Y se refiere a que, aunque todo parezca estar en tu contra, al final vas a estar bien. Me encantó.

(Mi sillita cuando cocino, porque no alcanzo nada)
El fin de semana volví a ir a Ámsterdam. Me fascina. Fui a un museo que se llama Beus van Berlage, donde ahorita está la exposición más grande que ha habido de Banksy. Un artista británico que vive en el anonimato. Hoy en día es un tema a debatir si en verdad es un artista, un activista, un criminal o quién sabe qué. Tardé como una hora en ver la exposición completita y aunque estuvo más pequeña de lo que esperaba, estuvo bien padre. Todo el asunto de los museos es precisamente una idea a la cual Banksy se opone. Pero por las descripciones de las obras se nota que él no participó mucho en la expo. porque eran más bien interpretaciones de sus ideas. Eso también es lo que hace aún más interesante su arte; el misterio. En mi opinión lo que quiere decir siempre es muy directo y a veces crudo.




También fui a la biblioteca pública, al conservatorio de música y al museo NEMO. Éste es un museo de ciencias para niños, tipo Papalote Museo del Niño. Obviamente me divertí muchísimo. La vista de la terraza está impresionante.





Ahora les contaré un poco más de los personajes que he conocido. En el súper conocí a una señora que me escuchó hablar español y me pregunto, muy emocionada, que si era mexicana. Le dije que sí y me contó que vivió en Playa del Carmen un tiempo (como yo). Ahora siempre que voy a ese súper me la encuentro y me platica de las noticas de Playa. Jughyon Lee es mi amiga de Korea del Sur que dice que está de vacaciones aunque ya empezó la escuela. En la prepa koreana estudian de lunes a viernes de 7:00 a 23:00, incluso a veces también los sábados y domingos (!!). Ella cree que platicar con tanta gente nueva es muy difícil y le cuesta trabajo, pero dice que le hace feliz. Mi amigo Luka de Serbia nos contó cómo fue perseguido por los policías serbios porque trató de escapar corriendo cuando lo cacharon pasándose un alto. Lo golpearon y luego lo dejaron ir porque tiene contactos en la policía. Yo les conté del día de muertos y ahora todos quieren ir a México y pintarse la cara de calacas.
Ya me perdí, me caí, hice el oso varias veces (lo de siempre) pero también crecí poquito. Y así como la niñita de la foto, bien bebé y confundida, pero bien felicilla. Eso es todo para mi segundo post. Ya escríbanme y mándenme taquitos ándenle.
Tot ziens
-Monse
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